MADRID.- Conseguir que un niño no
quiera arrasar con lo que ve en los escaparates es sólo el principio
de una buena educación financiera, un concepto todavía poco habitual
en España.
"Los padres no educan a sus hijos en materia económica", dice
Antonio López, portavoz de la Confederación de Consumidores y
Usuarios (CECU). "Además, la sociedad actual no piensa en los niños.
No digamos la televisión, donde abunda la incitación al consumo
dirigidas a los más pequeños, que soportan una enorme presión",
añade.
Educar a los niños desde pequeños sobre el valor y el uso del
dinero puede traducirse en adultos mejor cualificados para gestionar
y rentabilizar sus finanzas. Dar los primeros pasos no es
difícil.
"Dar un buen ejemplo es la mejor lección que pueden ofrecer a los
pequeños", dice Valentín Martínez-Otero, doctor en Psicología y
Pedagogía y profesor en la Universidad Complutense de Madrid. "Los
niños tienen que comprender que no es fácil ganar dinero",
añade.
Cuando un niño demuestra signos de autocontrol "es bueno valorar
el hecho de forma positiva. Por ejemplo, si realiza una compra
adecuada o se niega a comprar algo que no necesita. Hay que
enseñarle de forma gradual cómo debe adquirir artículos en función
del dinero que tiene, sus necesidades y sus gustos", añade
Martínez-Otero.
Trucos para que sigan aprendiendo
También es importante familiarizar al niño con el proceso de
elección. Pongamos, por ejemplo, que un familiar le ha dado cinco
euros. Un buen ejercicio -y juego- es sugerirle que haga una lista
de las cosas que desea, luego cotejar si el dinero del que dispone
es o no suficiente y finalmente animarle a razonar cuál es la mejor
elección y por qué.
Pero imaginemos que lo que de verdad quiere se sale de su
presupuesto de cinco euros, pero no es un sueño inalcanzable. Quizás
sea un buen incentivo para que se acostumbren a ahorrar. Los padres
pueden animarles aportando a la hucha una cantidad igual a la que
ellos pongan.
Y si en vez de hucha opta por una cartilla de ahorro infantil,
quizá en poco tiempo veamos a los niños sacando dinero del
cajero.
No es broma, al menos eso cree Hess, la compañía fabricante de
'Eurolino', un cajero para niños. El experimento ya se ha puesto a
prueba en Alemania "con muy buena aceptación", asegura Santiago
Tejedor, portavoz de Hess'. Se trata de un equipo de 1,4 metros de
altura que acepta monedas y billetes y da a cambio vales canjeables
por premios, o la suma de dinero hasta el máximo semanal que los
padres autoricen. Los padres conservan la cartilla de ahorro, pero
el niño se queda con la tarjeta.
Del ahorro a la Bolsa
Poco a poco, también se ha ido haciendo más común la inclusión de
la materia financiera en los programas académicos de las enseñanzas
de grado medio. Laura Hernández, de 22 años, recuerda su primer
acercamiento a ese mundo cuando cursaba primero de Bachillerato, en
el colegio Sagrado Corazón, en Soria.
"Aprendíamos jugando a la Bolsa", explica. "Nuestro profesor nos
distribuía en grupos de dos personas y partíamos con 2 millones de
pesetas para comprar acciones del mercado español. Cada semana
mirábamos en la prensa la cotización de las empresas que habíamos
elegido y otro día teníamos la oportunidad de comprar más o vender",
cuenta. "La verdad que se nos dio bastante bien porque llegamos a
duplicar nuestran ganancias, lástima que sólo fuera un juego",
añade.
Ahora, además, las nuevas tecnologías han facilitado la tarea con
páginas web en las que el alumno puede simular la negociación en el
parqué, crear su propia empresa o 'chatear' con los compañeros y
profesores acerca de sus dudas.
La ventaja de Internet
Fernando Mur, profesor de Economía de secundaria en el IES La
Llitera, en Huesca, ha comprobado cómo la motivación de sus alumnos
por la asignatura ha aumentado después de la creación de su página
web www.ecomur.com. Los alumnos "combinan la informática y la
economía, resuelven sus dudas sobre la materia, realizan exámenes de
autoevaluación y comprenden mejor algunos conceptos como pueden ser
la oferta y la demanda", explica Mur. Su página web ya "ha
sustituido a la pizarra tradicional por una digital", dado que suele
dar sus clases con un proyector que refleja esta web en la pared, "a
petición de mis alumnos", comenta.
Otro sitio web, el portal www.ecobachillerato.com, ha hecho
popular entre los institutos de toda España el citado 'juego de la
Bolsa'. Una vez más, los alumnos, que parten con un presupuesto de
10.000 euros, se convierten en inversores que deciden cuándo quieren
comprar o vender y qué empresas, pero ahora el juego traspasa los
muros del aula.
Tomás Guajardo, creador de esta web y profesor de Economía del
instituto Pablo Gargallo y de la Universidad de Zaragoza, ofrece
también a sus alumos la posibilidad de participar en la elaboración
de una empresa ficticia. Los mejores trabajos se cuelgan en la red y
se pueden visitar a través de el enlace www.crearempresas.com. Para
Guajardo, la iniciativa "fomenta la motivación de los alumnos y
sirve de referencia para otros profesores o jóvenes que opositen
para impartir la asignatura".